Hoy estamos en medio del desafío y oportunidad de transformar la agricultura tradicional en una agricultura inteligente y sustentable que traiga diversos beneficios para todos sus oferentes y al medio ambiente. Según estudios de perspectivas mundiales para cubrir la demanda en 2050, la FAO estima que la agricultura tendrá que producir casi un 50% más de alimentos, forraje y biocombustible de los que producía en 2012; además de este desafío debemos sumarle la disponibilidad de los recursos naturales, lo cual deja la agricultura en una situación vulnerable.
Actualmente la agricultura representa casi el 70% de todas las extracciones de agua y hasta el 95% en algunos países en desarrollo (FAO, 2019). Esto se traduce en una gran responsabilidad para el sector agrícola, el cual debe hacer uso razonable y eficiente del agua. Una de las soluciones para mitigar estas extracciones de agua es el uso de datos meteorológicos y previsiones locales, que permitan gestionar estrategias preventivas y de manejos diferenciados del riego. También debemos incluir estudios de variabilidad del suelo que permitan al productor conocer las múltiples interacciones entre el suelo, planta y ambiente, con el fin de generar una base de datos de información confiable, real y robusta para ser analizada e implementada con recursos tecnológicos.
IoT (Internet de los objetos) es una oportunidad tecnológica que ofrece a sus usuarios la posibilidad de comunicarse con cualquier objeto, desde tractores autónomos hasta sensores para medir múltiples variables como temperatura, lluvia, humedad, pH, evapotranspiración, conteo dinámico de poblaciones de plagas, entre otras; estos procesos automatizados han permitido que la agricultura IoT o “Agro-IoT” sea más productiva y con menor riesgo para el productor. Esta nueva tecnología permite conocer a fondo cada cultivo generando un mejor uso de insumos como el fertilizante, agua y plaguicidas, inclusive se ha presentado ahorros de hasta 30% en costos relacionados con la supervisión y recolección de los productos agrícolas.
El uso de IoT en la agricultura trae 6 beneficios principalmente:
1. Uso eficiente del agua y agro-insumos (fertilizantes, biológicos, fungicidas, insecticidas, entre otros)
2. Disminución de costos e insumos en el proceso de cultivo.
3. Aumento de la productividad y rentabilidad.
4. Sustentabilidad en el proceso de producción agrícola.
5. Eficiencia en los tiempos de labora dentro del cultivo.
6. Producción de alimentos y commodities agrícolas libres de trazas de residuos de agro-insumos.
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