Hace poco atendimos un evento de un medio regional sobre marketing y tecnología. Todos los asistentes pertenecían al sector de tecnología: desde expertos de hardware y software hasta nuevas aplicaciones que prometen facilitar la vida de las personas. Llegó el momento de presentarnos y mi explicación sobre la empresa y sector en el que trabajo no pudo ser otra más que: “nosotros somos quienes habilitamos el terreno para su negocio”.
Y es que… así es. ¿Cómo funcionaría un data center sin fibra que transmita los datos? ¿cómo usarían tu aplicación sin el wifi que tienen en su celular? ¿cómo podrían subir todo a la nube, sin el internet? Los 1,7MB de datos que se transmiten por segundo sólo son posibles gracias a la fibra.
Los cables de fibra óptica son como las venas que conectan todo nuestro cuerpo y bombea nuestro cerebro y corazón, y la data es la sangre que recorre esas venas. Sin eso, tu cuerpo digital no podría funcionar.
Damos por sentadas las telecomunicaciones y la conectividad como algo natural, pero el trabajo, la calidad y la especialidad que hay detrás de aquello que habilita que cada persona pueda conectarse, lleva años de evolución y lo que viene por delante es prometedor.
Así que, entendiendo la importancia de la infraestructura de la conectividad para un país. demos una mirada a cómo este sector se ha adaptado rápidamente y piensa avanzar para un mayor progreso en la conectividad y adopción de tecnologías en el país.
Las tecnologías están cambiando rápidamente
La verdad es que la mayoría de los ciudadanos no pasan un solo día sin interactuar con algún aspecto de la fibra. Es posible que no sean conscientes de ello, pero los datos que se están compartiendo para que usted lea este artículo desde un computador o dispositivo móvil, dependen de la fibra.
El cableado de fibra óptica está en el corazón de nuestro mundo conectado moderno, transmitiendo cantidades masivas de datos diariamente. Pero la fibra de la que hemos llegado a depender se parece poco a sus predecesores de hace apenas 20 años.
Todas estas evoluciones están impulsadas por una consideración clave: una demanda cada vez mayor de ancho de banda. Los consumidores y las empresas utilizan cada día más datos, y los proveedores de servicios deben tener en cuenta esta demanda sin retrasos ni pérdidas de señal. Solo en los últimos años, la revolución del trabajo remoto desencadenada por la pandemia COVID-19 ha aumentado drásticamente la demanda y ha aplicado una nueva presión a oficinas, hoteles, hogares, restaurantes y otros. A medida que miramos hacia la próxima década, la fibra tenderá a volverse más integrales cómo nos mantenemos conectados.
Futuro de la fibra
Para responder a tal demanda, hay tres cosas que se deben tomar en cuenta tres consideraciones: densidad, adaptabilidad y sostenibilidad.
Densidad. A medida que la fibra óptica reemplace las formas más antiguas de cableado, tendrá que adaptarse para acoplarse a espacios cada vez más densos. Por lo tanto, el reto esta en como soportar adversidades de espacio sin sacrificar el ancho de banda o su capacidad de curvarse.
Otro factor es la adaptabilidad. Los sistemas que utilizan fibra están cambiando constantemente para tener en cuenta las nuevas tecnologías, así como las mayores cantidades de datos. Los proveedores de servicios no pueden permitirse el lujo de construir infraestructuras que requieren una revisión importante de la fibra cada vez que hay una actualización. Por esta razón, la fibra debe ser lo suficientemente robusta para manejar las demandas del mañana de manera eficiente y rentable.
Y por última, debemos considerar la sostenibilidad. Al igual que con cualquier otra industria, los consumidores de hoy están poniendo mayor énfasis en el impacto ambiental de sus soluciones tecnológicas. El cableado de fibra óptica consume una cantidad mucho menor de energía en comparación con sus homólogos de cobre, requiere menos mantenimiento y está más preparado para el futuro, por lo que no será necesario reemplazarlo con tanta frecuencia. Además, su principal material de dióxido de silicio es estable y abundante, lo que lo convierte en una opción confiable para el futuro.
Así, el futuro tecnológico con el que tanto soñamos será posible una vez esta infraestructura de telecomunicaciones esté a la altura de la demanda. Pero lo estará, la pregunta es cuándo y qué tanto nuestro país y la región apostará e invertirá en estas redes para el desarrollo del país.
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